32- Cuando se cierran las puertas.
-Dígale que no y punto necesito que mi hija trabaje en mis empresas,ella no tiene que trabajar para nadie,ayúdame con eso y por lo demás no te preocupes yo me encargaré de llamar a mis amigos empresarios para que ninguno la contrate-.Con aire despreocupado Don Rodrigo colgó el teléfono.
La señora Carolina alcanzó a oír la conversación y le dedicó una mirada de reproche a su marido.
-¿No te da pesar hacerle eso a la niña?
-Hace mucho tiempo que no es una niña,por tratarla así le hicimos un daño y es súper engreída.A mi no me tiene nada feliz que se esté divorciando de Augusto,con lo buen esposo que ha sido ese muchacho.
-Tienes razón,es una mujer adulta y por lo mismo no debemos de intervenir en su vida-.Acentuó la última frase y se marchó dejando a su esposo con la palabra en la boca.
Una hora más tarde Valentina dejaba a los niños al cuidado de Adelaida para ir a una entrevista de trabajo.
Llegó a buena hora,con toda la actitud,un poco nerviosa sería su primer empleo,su corazón lat