Oscar:
¡Maldición! Por un momento olvidé por completo de dónde estaba.
Conociendo a Monique está a ínfimos segundos de lanzarse contra nosotros y arañarle el rostro a Chiara. Esta es una situación volátil, que si no la manejo con cuidado, traerá más de un problema.
—Monique, querida. Veo que ya has regresado de tu paseo.- Murmuro.
—Déjate de estupideces, Oscar. ¡Y explícame qué carajos es esto!- chilla ella.
—Ay, no. Yo he tenido bastante por hoy. ¿Nos vemos mañana en mi oficina, Oscar?- murmura Chiara, alejándose.
—¡Tú no te mueves de aquí hasta que no me expliquen que…!- chilla Monique, una exponiéndose entre la italiana y las escaleras.
—Oh, no, Señora Sanpier, yo no tengo nada que explicarle. Y será mejor que salga de mi camino sino quiere serios problemas.
Chiara la fulmina con la mirada, y Monique se aparta.
Dejándola pasar.
La Fierro se va, dejándome con una enfurecida Monique y unas cuantas cosas que arreglar
—¿Y bien?- me enfrenta mi esposa, poniendo sus manos en s