En un mundo sombrío, donde las cicatrices emocionales y personales dictan destinos, vive Alandra Vergara. Quien ha enfrentado innumerables desafíos, luchando incansablemente por salir adelante. Sin embargo, guarda un oscuro secreto que la consume, llevándola al límite de la desesperación. Vergara no es una mujer débil; al contrario, su inteligencia y sed de venganza la hacen fuerte y decidida. Su mente se sumerge en la oscuridad, anhelando hacer pagar a quienes la han herido. No descansará hasta verlos postrados, suplicando por clemencia. En medio del dolor, surge una luz: Strella y Nathan, dos personas excepcionales, se convierten en sus más cercanos aliados. Strella ofrece su dulzura y comprensión, siendo un apoyo inquebrantable. Nathan, el detective, busca su propia venganza, igualando la sed de sangre de Vergara. Juntos, forman un equipo decidido a cumplir su cometido, sin temor a las consecuencias. Esta novela es un torrente de emociones y deseos ocultos, con contenido explícito y violento que no es apto para corazones sensibles ni ojos inocentes. Dirigido a lectores mayores de 21 años, amantes de lo desconocido y ávidos de emociones intensas.
Leer másDecidir si amar o no a alguien puede ser extremadamente difícil cuando te encuentras en situaciones nuevas donde no estás seguro de si debes tomar las cosas con calma o actuar estúpidamente.
En esta travesía que se ha vuelto cada vez más complicada, las dificultades surgen gradualmente y te lastiman mientras sigues adelante.Soy una de las personas más comprometidas en mi trabajo para no vivir bajo la influencia de mis padres; sin embargo, a veces parece que eso no es suficiente. Siempre he sentido que estoy atrapada en un entorno que no fue diseñado para mí.Desde siempre he anhelado encontrar a alguien a quien amar y que me ame tal y como soy.A medida que intensificaba mi búsqueda, esa persona tan deseada no aparecía, convirtiéndose en algo que gradualmente me causaba daño emocional.Aquel día, al igual que cualquier otro, me encontraba en el patio de la escuela observando a mi primer amor, un chico que se movía incansablemente persiguiendo un balón.A mis ojos, él era la persona más atractiva que había conocido, o al menos eso creía en ese momento. Sin embargo, yo era simplemente una chica más, tratando de encontrar mi lugar en un mundo que no me pertenecía.Resulté siendo la chica con menor concentración, pero demostré ser una de las más habilidosas del salón.Mi inteligencia era admirada por todos, incluso algunos pretendían ser mis amigos para que les diera las respuestas en los exámenes. Sin embargo, en el momento más crucial, cuando más necesitaba de esos amigos, me abandonaron, dejándome completamente sola.Ya no contaba con nadie, no sabía qué dirección tomar y me sentía perdida y desesperanzada.Solo deseaba desvanecerme. La sensación completa de estar en un abismo y no tener a nadie que pueda ayudarte a salir de esa situación.Tal vez no me expreso claramente, pero mi pesadilla comenzó en el momento en que decidí confesarle mis sentimientos a Gabriel Mayer. Sin lugar a dudas, el día más desastroso que he vivido.—Alondra, ¡anímate! Si no lo intentas, nunca sabrás, él es muy talentoso, siempre te sorprende con un chocolate.Mi amiga Mónica, en quien confiaba plenamente, solía alegrarme diciendo que estaba ahí para mí cuando todos los demás me daban la espalda.Ella era la única que me hacía sentir valiosa y siempre nos apoyábamos mutuamente.Incluso le daba mis exámenes para que pudiera estudiar, ya que estábamos en salones diferentes.Esto nos permitía que ella tuviera más tiempo para repasar y no reprobar, ya que yo me sabía todas las respuestas y se las proporcionaba.—Está bien, pero si lo intento... ¿Y si él no tiene ningún tipo de sentimientos hacia mí? Sería arriesgado y no tendría resultados positivos.—No tienes que tener miedo, sabes que siempre contarás con mi apoyo, eso es precisamente para lo que existen las amigas. No tienes de qué preocuparte, escribe la carta y yo me encargaré de entregársela. Conozco a una persona muy cercana a él, así que puedes estar tranquila de que aceptará tus sentimientos.Empecé a moverme de un lugar a otro, sin tener una decisión clara. No estaba segura de qué hacer, no sabía si debía escribir esa carta o no. No tenía una idea clara de qué expresar en ella.Si escribía mis sentimientos más profundos hacia Gabriel y él no los apreciaba, eso me rompería el corazón.—Apresúrate, no podemos demorarnos, comprendo que estás temerosa, pero seguramente le gustas a Gabriel —pronunció Mónica.Agarré el bolígrafo con firmeza, sin tener una decisión definitiva sobre si debía escribir o no, pero opté por plasmar mis pensamientos desde lo más profundo de mi ser.¿Cuáles podrían ser las consecuencias?Mi declaración de amor inicial tuvo algunas correcciones y enmiendas meticulosas, pues buscaba las palabras precisas que expresaran con exactitud lo que sentía, pero solo se trataba de un primer borrador, una versión preliminar de mis sentimientos.Al final, redactaría la verdadera carta que le entregaría a mi querido Gabriel, la cual estaba impregnada con mi ansiedad y esperanza.«Estimado Gabriel», comencé a eliminar y corregir esas palabras que solía utilizar para referirme a él como "querido Gabriel". Nunca he usado esa expresión, generalmente lo llamo Gabi o Gabrich.Lo tengo, lo tengo decidido cómo lo voy a nombrar.«Hola, Gabriel». Sin lugar a dudas, eso suena mucho más adecuado.Empecé a escribir la auténtica carta mientras luchaba con los errores y las correcciones en el papel.«Querido Gabriel,Soy Alondra, una buena amiga tuya. Quería agradecerte por los chocolates que siempre me regalas.Quiero decirte que disfruto mucho verte jugar, tienes habilidades impresionantes, aunque pocos reconocen esto como yo lo hago. Cuando te veo correr, mi corazón comienza a latir más rápido.También me encanta cómo la luz se refleja en tus mejillas, eres realmente guapo, aunque creo que todas las chicas de la escuela lo saben. Quiero que sepas que me gustas mucho y me encantaría saber si tú también sientes lo mismo por mí.Tal vez podríamos encontrarnos en el patio trasero, pero si no quieres, lo entenderé. Lamento mucho si esta carta no está a la altura, definitivamente no es mi mejor trabajo.Un saludoAlondra❤️»Todavía puedo recordar la ansiedad y el extraño cosquilleo en mi estómago al finalizarla. Tenía una sensación negativa, sabía que tal vez había cometido un error, pero ya estaba hecho y no había vuelta atrás.Después de que Mónica se llevó la carta, estuve inquieta, paseando de un lugar a otro.Estaba bastante ansiosa. ¿Y si no le agrado? ¿Y si piensa que soy igual a las demás chicas que lo persiguen? No quería ni siquiera imaginarlo, no quería darle cabida a esas ideas.Solo deseaba que él sintiera lo mismo que yo siento por él... Qué ingenua solía ser en mis tiempos de juventud.Nunca fui consciente de ello, pero la situación hubiera sido ideal si él nunca hubiera tenido acceso a esa carta, si nunca hubiera descubierto mis emociones hacia él y si en ningún momento, me hubiera causado tanto dolor como lo hizo.Empecé a llorar, hace más de una década de aquel incidente, pero cada vez que lo recuerdo, experimento un dolor intenso, me duele saber que mi amor por él fue mi ruina.Cuando abrí los ojos, me encontré con el doctor Suárez, un psicólogo incompetente al que he estado consultando durante tres años. Aunque nunca antes le había revelado mi historia personal, ahora siento la necesidad de hacerlo, ya que es fundamental que él comprenda mis motivos para llevar a cabo lo que tengo planeado con él.Creo que a pesar de haber presenciado repetidamente los sueños y las pesadillas, todavía no puedo borrar de mi mente todo lo que ese despreciable Gabriel y sus compinches me hicieron. Incluso al intentarlo, siento un dolor inmenso en mi corazón.Las deslealtades dejaron una huella indeleble en mi vida y ahora, mientras intento sobrevivir diariamente, cargo con el peso de todo el sufrimiento que experimenté durante mi adolescencia, incluyendo las acciones imprudentes que cometí en nombre del amor.—Al parecer, todavía sientes mucho rencor hacia ese hombre según mi percepción —Me dice el psicólogo al guardar su pluma.—Considero que venir a verlo no está siendo beneficioso para mí, aún no puedo borrar ningún recuerdo.—Tal vez sería conveniente no dejar atrás, sino más bien aprender a superar y llevar una vida con lo que te sucedió.—Doctor Suárez, ¿Cómo se puede aprender a continuar con la vida después de que te hayan destrozado el alma?........Descripción:..༆༄༄༄༄༄༆En un mundo sombrío y despiadado, donde las sombras de los recuerdos y las heridas del alma son las brújulas que guían los destinos, emerge la figura enigmática de Alondra Vergara. Una mujer marcada por el sufrimiento y moldeada por las adversidades que ha enfrentado con valentía y determinación inquebrantables. Cada obstáculo, cada desafío, ha sido un escalón en su ascenso hacia la redención y la libertad.Pero tras su fachada de fortaleza y coraje, Alondra esconde un secreto oscuro y perturbador, un peso que la consume en las noches más solitarias y los días más largos. Es un secreto que la ata a un pasado que ella misma anhela enterrar, pero que se niega a ser olvidado, manifestándose en sus pesadillas más vívidas y en sus momentos de mayor vulnerabilidad.A pesar de todo, Vergara no es una mujer derrotada. Todo lo contrario, su inteligencia aguda y su sed insaciable de justicia la convierten en una fuerza imparable, un tornado de determinación y astucia. Su mente se sumerge en las profundidades más oscuras, alimentando sus deseos de venganza contra aquellos que han osado herirla.No descansará hasta verlos arrodillados ante ella, suplicando por la clemencia que ella misma ha sido privada de sentir.Su camino está trazado por la sombra, pero su destino está marcado por la luz de su voluntad inquebrantable.En medio del dolor y la oscuridad que envuelve a nuestros protagonistas, emerge una luz radiante que se materializa en la forma de Strella y Nathan(Detective), dos individuos extraordinarios cuyas presencias se convierten en un bálsamo para las heridas emocionales.Strella, con su infinita dulzura y comprensión, se erige como un pilar inquebrantable de apoyo para aquellos que la rodean, ofreciendo consuelo y fortaleza en los momentos más difíciles. Por otro lado, Nathan, dotado de una mente aguda y perspicaz, desempeña el papel de detective determinado a desentrañar los oscuros misterios que rodean la trama, mientras alimenta su propia sed de venganza, una sed que rivaliza con la de la temible antagonista, Vergara.La unión de estas dos almas dispares, cada una motivada por sus propios deseos y demonios internos, da lugar a una alianza formidable, forjada en el fuego de la adversidad y el dolor.Juntos, forman un equipo decidido a enfrentar los desafíos que se interponen en su camino, sin importar las consecuencias que puedan surgir.Su determinación es inquebrantable, su voluntad, imparable.Sin embargo, advertimos a los lectores que esta obra no es para los débiles de corazón ni para aquellos que buscan evadirse en una lectura ligera.Sus páginas están impregnadas de emociones intensas y deseos ocultos que se desatan con una violencia explícita y perturbadora.Dirigida a un público maduro, de 21 años en adelante, esta novela desafía los límites de lo conocido,llevando a sus lectores a un viaje turbulento lleno de intriga, pasión y peligro, donde nada es lo que parece y cada página ofrece una nueva sorpresa.En la fiesta, arrojé el ramo, que cayó directamente en los brazos de Ana, siendo ella una amiga leal en quien confío plenamente. A lo largo de mi vida, jamás tuve una amiga tan auténtica como Ana. Siempre me ha apoyado, a diferencia de Mónica, quien se unió a Suárez para arruinarme la vida. Durante casi toda la noche, intenté bailar con Nathan, mi esposo, pero nuestra pequeña Estrellita acaparaba toda su atención. No fue hasta que Ana llegó a jugar con ella que al fin pude disfrutar de la compañía de mi esposo. —Al fin eres mío, Matute —le dije, dándole un beso robado en los labios. La calidez de su amor siempre me sorprende, y me pregunto cómo puede ser tan tierno conmigo y frío con los demás. Su es realmente fuera de serie y me hace sentir completa. Finalmente, podía respirar tranquilamente, sabiendo que estoy con la persona indicada. ★ Años después Estrellita sigue llamando tío Matute a Nathan. Creo que ya se ha vuelto una costumbre, pero Nathan una vez comentó que le gust
Cuando la enfermera se marchó de mi habitación, moví con cuidado mi otra mano, la cual estaba conectada al suero. Logré acariciar suavemente el cabello de Matute.Él ha demostrado de múltiples maneras que su amor por mí es genuino y estoy inmensamente feliz de haberlo encontrado. Llegó en el momento justo y me rescató de la oscuridad en la que me encontraba.Estoy consciente de que, de no haberlo conocido, posiblemente estaría muerta o en prisión. Pero él me ha brindado una nueva oportunidad, una segunda vida. Además, me ha dado un hijo increíble al cual amo con todo mi corazón y me ha reunido con mi hija, quien ahora es tratada mejor que yo. Él es un hombre maravilloso.—¿Despertaste? —preguntó él, levantando levemente su cabeza.Mi mano, que antes acariciaba su cabello, se posó en su mejilla. Él cerró los ojos mientras su otra mano entrelazaba la mía.—Te he extrañado tanto, Don Gato —dije.—Mi hermosa Matute —respondió con una sonrisa.Minutos después, entró una enfermera con una c
—¿En qué estás pensando? —me preguntó Matute con una mirada curiosa mientras sostenía con ternura a nuestro pequeño en sus brazos. Sus ojos reflejaban la calidez y el amor que sentía por nuestra familia.—Pensaba en Gabriel —respondí con sinceridad, dejando que mis pensamientos se desbordaran. No había secretos entre nosotros, especialmente ahora que estábamos comenzando una nueva vida juntos, sin cargas del pasado.En ese momento, Matute me sorprendió con una sonrisa traviesa y dijo: —Tengo una sorpresa para ti. Pronto vas a entrar a cirugía, quizá mañana.Mis ojos se abrieron de par en par, sorprendida por la noticia inesperada.—¿A cirugía? —pregunté, con una mezcla de estupor y nerviosismo en la voz.Matute rápidamente intentó tranquilizarme.—Quita esa cara de sorpresa amor. No tardarán en llamar del hospital. Deberías empezar a preparar tus cosas y estar en ayunas para poder ingresar directamente cuando te llamen.Su sonrisa sincera me reconfortó. Me encantaba cómo Matute siempr
Comencé a desprender capa tras capa de su piel; estaba tan cocida que se deslizaba fácilmente bajo mis dedos.Ya no quedaba nada del hombre hermoso en el que mis ojos se habían fijado. Esos ojos azules que tanto me hipnotizaban ahora eran rojos, llenos de agonía.Una vez dije que arrancaría su piel, y eso es lo que estoy haciendo ahora. La sangre cubría todo a mi alrededor y, con más ansias, rascaba su carne. Su cabeza, ya sin cabello, mostraba su cráneo cocido.Mientras más capas de piel arrancaba, más recuerdos llegaban a mí. Recuerdos de sus manos acariciando mi cuerpo, de su aliento susurrando obscenidades en mi oído. Estaba llena de ira, pero cuando ya no pude más, me alejé.Nathan hizo entrar a dos hombres, quienes continuaron desgarrando la piel de ese miserable. Cuando se les dificultaba, volvían a abrir el agua caliente, cocinando más capas. Nathan se acercó a uno de ellos y le susurró algo al oído. No pude escuchar, pero sabía que estaba planeando algo.Salimos de esa cabañ
★Alondra. Algunos días más pasaron y me enteré por las noticias de que varios de los guardias de la prisión habían fallecido. Las fotografías mostraban que eran los encargados de la vigilancia de Gabriel.Los meses siguieron avanzando y Nathan no quería que me involucrara demasiado en las cosas relacionadas con Gabriel. Después de aquella vez, no volví a visitarlo.Mientras tanto, mi vientre ha crecido mucho y pronto daré a luz a mi hijo, que es un varón. Estrellita y Nathan me consienten demasiado y son muy sobreprotectores conmigo. Mi corazón ha reaccionado bien aunque he tenido algunas alteraciones, pero no hay motivo de preocupación.Lo que realmente me preocupa es el día del parto.Estrellita tiene muchos amigos en la escuela y todos dicen que su papá es muy guapo. Nathan va a recogerla casi siempre y, en ocasiones, cuando me siento mal, él va a las juntas de padres de familia con las profesoras. Es un gran hombre y Estrellita me ha dicho que lo quiere mucho.El día en que nació
—Eres una hipócrita, Alondra —espetó Gabriel con una mirada desafiante—. Sé que lo disfrutabas, sé que disfrutabas cuando te tenía entre mis brazos, cuando me adentraba en ti.Me estremecí, pero mantuve la compostura.—Jamás disfruté que me tocaras —repliqué, con mis palabras saliendo entre dientes apretados.Solo de recordarlo, me provocan ganas de estrangularlo y machacarlo en un millón de pedazos. Gabriel soltó una risa fría y amenazadora mientras se acercaba a mí.—Tus gritos decían otra cosa, Alondra. Y esas lágrimas... solo me excitaban cada vez más. Eres excitante cuando lloras y suplicas, cariño —susurró con una voz cargada de perversión.Solté una carcajada llena de desprecio antes de responder con furia: —Estás enfermo, Gabriel. Me das asco.Gabriel, sin inmutarse, continuó con su desquiciado discurso.—Alondra, tú nunca serás feliz. Nunca te dejaré serlo porque tú eres solo mía. Sé muy bien dónde vives. También sé que mi hija vive con ese miserable. Cuando salga de aquí, v
Último capítulo