Por Ema
El llanto emocionado de mi hijo me provocó un nudo en la garganta.
No entiendo las dudas de Sol, yo dejaría todo por mi hijo.
Es verdad que me ocupé de Bruno, pero fue para poder estar a full con Dante, para que el día de mañana, si ellos se encuentran, que cada uno esté seguro de su persona, que no tengan rencores entre ellos.
Abracé a mi hijo con más fuerza.
La conexión que siento con Dante es única.
Al levantar la vista, vi a Sol, estaba mirándonos, con sus inmensos ojos llenos de lágrimas, supongo que emocionada, por el comportamiento de Dante, si evitarlo, me acerqué a ella y con una mano y sin soltar a mi hijo, la atraje hacia mí.
Terminamos los dos abrazados, con nuestro pequeño en medio, estuvimos así por varios minutos, creo que los 3 estábamos temblando.
Dante nos besaba a los dos y nosotros no interrumpimos ese momento, porque al menos yo, hubiera querido que fuera eterno.
Quizás… el amor que sentimos es lo que va a reinar en nuestras vidas.
Vi, en el reflejo del vi