Por Solange
Aunque me cuestione si tengo que perdonar a Ema, me estoy dejando llevar por el amor que siento por él.
Mi hijo está feliz, es un Emanuel en miniatura.
Debo confesar que Ema se está comportando como el hombre de mis sueños.
Me demuestra su amor, su respeto, su cariño, su deseo…
-Te amo con mi corazón y con mi piel.
Suele decirme.
-Es sobrehumano mi amor.
Repite.
Al salir de la casa de sus padres, esa noche, por primera vez, dejamos de hacer el amor y fue iniciativa de él, hablar de nuestro casamiento, acordamos la fecha y todos los detalles.
-Quisiera entrar a la iglesia con Dante.
Ema sonrió, mientras me besó con ternura.
-Por supuesto, es un orgullo unirme a ustedes y jamás voy a esconder que Ema es mi hijo, tenerlos es tocar el cielo con las manos.
-Tus padres…
-Mis padres están más que felices de nuestra unión y adoran a Dante.
Le sonreí con dulzura.
-Sin, embargo, tus padres…
-Ellos no van a estar de acuerdo que entre con Dante, pero me parece una falsedad de su parte,