Por Ema
Estoy amándola, gozando como nunca gocé en mi vida.
Tenemos el resto de la noche por delante.
No pienso separarme nunca más de Sol, jamás voy a dejarla dormir en una cama vacía.
Es mucha la emoción que siento, falta mucho por resolver y lo sé, pero ahora no iba a pensar en eso.
Ahora la estoy sintiendo, la estoy saboreando y lo hago con un placer absoluto, pese al cansancio y a todas las emociones vividas.
Cuando tuvo su primer orgasmo, apenas me pude contener, su segundo orgasmo fue inmediato y al sentir todo su líquido caliente y resbaloso, y como sus paredes se apretaban, no aguanté más, y mis chorros salieron despedidos con más fuerza de lo normal, fue cuando me di cuenta de que no me cuidé, no sé qué sucede conmigo, pero jamás usé un preservativo estando con Sol.
Lo hicimos dos veces más y tampoco duré demasiado, a Sol le sucedía igual, estábamos amándonos sin control.
Aun estando exhausto, no podía dejar de decirle que la amaba.
Finalmente nos dormimos abrazados y afirmo