Por Ema
-Entiendo lo pésimo que se portó mi hijo con vos, y creeme, no estoy de acuerdo y entiendo que la vida no perdona, porque la mujer que fue su esposa, se lo hizo pagar, se comportó igual que él, Bruno no es su hijo, pero ahora te estoy pidiendo…
Mi madre hizo una pausa, pero nadie se atrevió a interrumpirla.
-Que no me rompas el corazón, por favor, Dante se merece tener completa su identidad, ustedes charlan y…
Se refería a Sol y a mí.
-Vean como arreglan sus diferencias, pero Sol, te juro que mi corazón sí sabe amar y ya estoy amando a mi nieto, por sé que lo es, más allá de ese papel.
Dijo señalando el documento que yo tenía en la mano.
-Le prometo que voy a pensarlo.
-Sol, tu hijo necesita crecer con abuelos, porque los tiene y porque lo queremos.
Dijo mi padre.
Ella no contestó, mis padres no estaban hablando de mí, solamente planteaban el tema como abuelos.
Nunca esperé que me dejaran afuera de “La negociación”.
Estoy seguro de que, si ellos podrían elegir a la mujer par