Por Emanuel.
Varias veces, cuando surgía algún silencio en la conversación, pensaba que mi hermano estaba cenando con Solange y eso me molestaba.
La amistad, que yo creo que es mucho más que eso, que existía entre mi sexi vecina y mi hermano, me enfurecía, era un sentimiento que no podía dominar.
Luego recordé que posiblemente también iba a estar presente ese payaso que tenía como novio.
¿Acaso hacían tríos?
¡Maldita sea!
- ¿Sucede algo?
Preguntó Anita.
No sé cómo debía ser mi expresión, pero estoy seguro de que no era para nada amigable.
-No, nada, contame un poco de tu vida.
-Tengo 37 años, me divorcié hace 9 meses, ya sabés, lo de siempre, me engañó y su joven amante terminó embarazada, se fue con ella, peleo todos los días para que me pase el dinero para nuestra hija.
- ¿Tenés una hija?
-Sí, tiene 12 años.
-Debe ser tan linda como vos.
Le digo por compromiso.
-Sí, es verdad, se parece a mí y es hermosa.
Yo sólo le sonreí.
-Se llama Sandra.
-Qué lindo nombre.
-Lo elegí yo, mi ex n