Enzo
Nunca pensé que en mis seis mil años, sentiría tata necesidad como la que tengo ahora de sentirla, sus caricias, besos y el sabor embriagador de su piel.
Mi necesidad tiene un límite, estar allí y no poderla hacer mía. Su alfa exigía que la tomara, que la hiciera suya.
La acomodo en su cama y me alejo, ella emite un sonido y busca mi olor, toma la almohada que había utilizado y la abraza. Beso, su mejilla y salgo de allí, casi corriendo mi miembro duele
* Maldición otra noche larga.*
* creo que voy a entrar en celo.* gruñe M