30.
Con felicidad me acurrucó con Arthur, quién me tira hacia él de las caderas y me levanta antes de sentarme en el sofá, para acomodarme en su regazo
Lo miro con una sonrisa y él me devuelve una mirada con amor, para luego inclinarse y besarme con avidez
—No alcanzas a imaginar cuánto extrañé tus labios — Admite mirándome a los ojos
Lo miro con una gran sonrisa y presiono mis labios contra los suyos, Arthur gime lujuriosa mente en el beso y me atrae posesivamente hacia él, lentamente me alejo de él y lo miro seriamente
—No creo que hables en serio — digo — además aún hay algo más importante, mis padres aún no saben que estás aquí — confieso y Arthur me mira sorprendido
—Bella — la única razón por la que volví fue por ti, imaginar que otro hombre podr&iacu