29.
Después de que Arthur se fue, me calmé, pero aún seguía sintiendo su cálido aliento en mi cuello y su aroma seductor
Respiro hondo y limpió mis lágrimas, vuelvo a atar mi cabello y abro la puerta del baño, como si nada hubiese pasado
Una hora más tarde puedo salir de la oficina para recoger a Ángel sin problema
—Hola mamá — la saludo con un rápido beso en la mejilla — Hola mi amor — salido a mi bebé mientras bajo a recogerlo de su cuna
Lo acunó suavemente en mis brazos y me acurrucó a él
Él parece haberme extrañado también, porque siento como intenta abrazarme, sonrío y envuelvo mis brazos alrededor de él
—Quédate a cenar cariño — dice mi madre caminando a la cocina, sonrío y asiento mientras la sigo a la cocina con Ángel e