28.
Llego a casa de mis padres cansada y al límite de mis fuerzas
Decido no contarle a mi madre sobre Arthur, porque estoy demasiado cansada y molesta para eso
Además, mi madre me insistiría en hablar con él y confesarle todo acerca de ángel, o peor aún, ella se haría cargo y le diría todo, prefiero aguantar y no decir nada, de todos modos, él no durará mucho aquí
—Hola mamá — la abrazo cuando abre la puerta
—Hola querido, ¿Cómo estuvo el trabajo — me pregunta interesada
—Igual que siempre — miento — ¿Dónde está el bebé? — pregunto a mi madre
—Está con su alcahueta — dice son una sonrisa y rio, sé que habla de mi padre
Con una sonrisa entro a la sala de estar y veo a papá meciendo a Ángel en sus brazos y hacién