31. SOFÍA
Mía volvió a reírse al escuchar como la propia Sofía le había confirmado que Javier era muy importante para ella. ¿Sería en verdad su hijo? Aunque Delia le había afirmado que no era de ella, ¿cuál era la verdad? Ahora debía averiguar si era de ella, o por cuidarlo lo sentía así, además, ¿con quién lo hizo?
—No estás en posición de amenazarme, Sofía. Tengo tu secreto en mis manos y haré con él lo que me convenga. Así que más te vale portarte bien si no quieres que tu jefecito se entere que le mentiste y que fuiste la que trajo ese niño a la empresa. Ah, y te avisaré si lo necesito de nuevo para que lo traigas.
—¡Te dije que no es mío, no es mío! —trató de sonar convincente, pero su voz tembló al decir aquello que le desgarraba el alma.
—Eso lo veremos Sofía, me encargaré de averiguar si es tuyo o no.
Después de decir esto, Mía abrió la puerta y se adentró en la empresa, dejando a Sofía sumida en la desesperación. Se alejó lentamente, sintiendo las lágrimas rodar por sus mejillas m