253. UNA LUZ, EN MEDIO DE LA TORMENTA
El doctor, desplegó ante él los resultados de los exámenes realizados a la familia. Les informó que habían estado ingiriendo, sin saberlo, un somnífero mezclado con el vino de la cena, y también una sustancia que podía generar adicción. Afortunadamente, las dosis habían sido mínimas.
—Es imperativo que contacte a sus padres cuanto antes —le pidió a César.
—¿Por qué debería hacerlo? —preguntó César, su preocupación creciente—. Usted acaba de decir que no hay motivo para alarmarse.
—No es por eso, señor —se apresuró a decir el doctor.
—Entonces, ¿cuál es el motivo? Hable de una vez, ¿hay algún problema con ellos? —preguntó con el corazón apretado César temiendo por la vida de ellos.
César observó al doctor mientras este revisaba meticulosamente los documentos que había traído. Después de unos momentos, el médico se detuvo y extrajo dos hojas, mostrándoselas a César, que las miró sin comprender.
—Esos son los resultados del chequeo que me dijo que aprovechara y le hiciera a todos