224. CONTINUACIÓN
Un destello de luz de las velas capturó un brillo en la mirada de César. Estaba comenzando a comprender el peso de la historia que ahora era parte de su herencia.
—Y ahora — continuó Sir Alexander, —es tu turno de dejar tu marca en esta historia, para que un día, quizás, tus descendientes miren hacia atrás y vean cómo ayudaste a moldear el destino de la familia Cavendish.
—Vaya padre, jamás me imaginé que pertenecía a una familia como esa —dijo César sintiendo un gran orgullo. — Sin embargo, he de confesar que lo mío es la ciencia moderna, la tecnología, tendré que estudiar de nuevo para poder ayudarlo a dirigir toda esa fortuna que menciona.
Sir Alexander asintió con una sonrisa comprensiva, el brillo en sus ojos revelaba un destello de emoción ante la sinceridad de su hijo. Por su accidente había sido privado de aportar algo a los Cavendish y veía en su hijo el legado y aporte a su herencia.
—César, cada Cavendish ha encontrado su camino para enriquecer nuestro legado. Yo no p