Bee se sumergió en su trabajo, rastreando los datos y siguiendo las pistas digitales. Después de unos minutos de silencio, finalmente habló.

—He encontrado algo interesante. Una de las otras pruebas de paternidad, fue solicitada por un bufete de abogados llamado “Montenegro y Asociados”. Parece que alguien ha contratado sus servicios para manipular la verdad en este caso.

Fenicio y López intercambiaron miradas preocupadas. Sabían exactamente quién era el dueño de ese bufete de abogados al que debían enfrentarse

—Bee, necesitamos más información sobre quién es Alejandro Montenegro, debe ser él quien está detrás de eso, hace mucho que persigue a Sofía — pidió López.

Bee asintió, lista para adentrarse aún más en el mundo de la tecnología y desentrañar el misterio que se cernía sobre ellos. A ella nada se le escapaba, y entre más difícil fuera la búsqueda, más emocionada la hacía. Para ella los retos eran su razón de vivir.

—Estoy en ello. Les prometo que descubriremos la verdad