—¡Acepto ser tu esposa, amor!
—Nen…
—¡Cuidado! ¡Joder, cuidado! — grita Patricia, que viene corriendo con sus tacones en la
mano.
Aún no logran ver de qué huyen y en eso, una moto todoterreno viene a su máxima
velocidad, Aisha va conduciendo y Brayan abrazado de su pequeño cuerpo, ríen como dos
locos desquiciados y la pequeña acelera.
Todos comienzan a gritar y se alejan, van directo a la mesa de los bocadillos.
—¡Aisha! — grita, Sahily y zarandea a Santiago—. ¡Haz algo, joder! ¡Sí, le sucede una
mínima cosa a nuestra hija, no me caso!
Samuel no puede creerlo, niega de lo estúpido que fue, cuando le dijo su número preferido, que es el día que nacieron sus hijos y es el código del garaje.
Su cabello está recogido en un moño mal hecho y hace señas que se quiten con su mano.
Samantha está que se desmaya y mira toda la prensa que empiezan a capturar el
momento, con ayuda de los hombres de su abuelo los empieza a sacar del lugar.
—¡Vivan los novios! —grita y acelera cambiando de dirección