Charles delante de ellos les abrió la puerta e ingresaron. Ashary conocía gran parte de las habitaciones del palacio, pero no la que estaba destinada a la pareja del príncipe. Una estancia preparada incluso desde antes de que nacieran ellos. Igual de espaciosa que la de Lyon, con una cama de dosel de capitoneado de terciopelo rojo con bordes de oro, varias alfombras grabadas, un juego de sofás para tomar el té, la puerta al vestidor y al baño privado, su escritorio con el trabajo pendiente, entre otras decoraciones que hacían que ese lugar se viera ostentoso.
Pero lo más llamativo era la terraza que podía verse a través de las enormes ventanas y puertas frente a ellos. Un balcón común que conectaba con la habitación del príncipe heredero. Y pensar que él sería el que ocuparía ese lugar a partir de ese momento. Esta habitación le habría pertenecido a Milan, como prometido de Lyon, aunque nunca había podido ocuparla debido a la falta del alfa en el palacio. Y esa oportunidad le había si