Capítulo 74: Veredicto Final.
Los primeros días de convivencia con Mathias fueron, para Cynthia, una dulce revelación. La casa, antes un refugio para sus tres habitantes femeninas, ahora vibraba con una energía distinta, más completa. Mathias ya no era un mero invitado; se integró con una naturalidad asombrosa. Sus rutinas se sincronizaron con las de ellas. Despertaban juntos, preparaban el desayuno para las niñas, y la despedida matutina se llenaba de besos rápidos y promesas de verse más tarde. La presencia masculina en el hogar no solo aportaba un sentido de seguridad, sino también una alegría palpable.
Clara se había adaptado con una facilidad asombrosa. Su amor por el "tío Albertito" era evidente en cada abrazo espontáneo y cada risa compartida. Mathias, con su paciencia infinita y su ingenio para los juegos, era su compañero ideal. Pasaban horas en el jardín, o dibujando, y su vínculo se fortalecía día a día.
Estrella, con sus casi catorce años, requirió un poco más de tiempo. Aunque ya había aceptado a Math