Capítulo 59: Ecos de paz.
El beso se profundizó, un torbellino de emociones contenidas que finalmente estallaban. No era solo pasión, sino una amalgama de alivio, gratitud y la promesa tácita de un futuro compartido. Las manos de Mathias se deslizaron por la espalda de Cynthia, atrayéndola más cerca hasta que no hubo espacio entre ellos. Cynthia enredó sus dedos en el cabello de Mathias, sintiendo la suavidad de su nuca, perdiéndose en el sabor de sus labios. El mundo exterior, con sus demandas legales y las sombras del pasado, se disolvió, dejando solo el universo íntimo que habían construido.
Mathias se separó solo lo suficiente para mirarla a los ojos, con la respiración entrecortada. Sus pulgares aún acariciaban las mejillas de Cynthia, sus ojos brillando con una mezcla de adoración y una necesidad palpable.
—Te voy a secuestrar el próximo viernes. Sabes qué significa eso, ¿verdad? —susurró Mathias, con su voz llena de emoción.
Cynthia sonrió, sintiendo un calor familiar extenderse por su pecho.
—Signific