Capítulo 22: Abogada.
Estudio Jurídico de la Dra. Isabella García.
Once y media de la mañana.
El despacho olía a madera, libros viejos y café fuerte. Las paredes estaban forradas de estanterías oscuras, llenas de carpetas etiquetadas con nombres, fechas y vidas enteras comprimidas en tinta y papel. Detrás del escritorio, la Dra. Isabella García hojeaba el documento que Cynthia acababa de entregarle, sus gafas al borde de la nariz y con el ceño cada vez más fruncido.
—Esto no es una solicitud, es una declaración de guerra —dijo al fin, cerrando la carpeta con un golpe seco—. Y una bastante mal disimulada.
Cynthia no dijo nada. Había elegido ese lugar por algo. Isabella no era solo abogada de familia: era madre, era incisiva, y tenía fama de no retroceder jamás.
—¿Cómo supo dónde vivías? —preguntó, sin rodeos.
—No lo sé. Supongo que alguien le dió mi dirección, o tal vez la buscó en el registro escolar. Hay cosas que se pueden encontrar si uno sabe cómo. Nunca pudimos divorciarnos, entonces no sé si eso teng