Capítulo 21: Inesperado.
Consultorio de Cynthia
9:00 a.m.
El reloj marcaba las nueve de la mañana en punto, cuando el sonido metálico del timbre interrumpió la tranquila rutina de la mañana. Cynthia acababa de sentarse frente a su escritorio con una taza de té que aún humeaba. El aroma a manzanilla llenaba el aire, como si intentara calmar el nudo persistente en su estómago.
El consultorio, normalmente un refugio de paz para sus pacientes, parecía hoy más frío, como si algo invisible rondara entre las paredes.
—¿Sí? —preguntó por el intercomunicador, sin moverse aún de su silla.
—Buenos días. Tengo una cita con la doctora Cynthia Casillas —respondió, una voz masculina, educada, pero seca.
Ella frunció el ceño. No tenía ninguna cita agendada a esa hora.
—¿Su nombre?
—Eduardo Varela. Represento al señor Daniel Guerrero.
El té tembló en su mano, se puso de pie lentamente y, respirando hondo antes de ir a abrir la puerta principal del pequeño consultorio. Estaba en un buen lugar situado de Madrid.
El hombre que