Capítulo 10: Mathias.
La cálida luz de la lámpara iluminaba la mesa donde cenaban Cynthia, Clara y Estrella. El aroma a pollo llenaba el aire y, por un momento, todo parecía en paz.
—¿Y entonces? —preguntó, Cynthia, con curiosidad—. ¿De verdad le pediste a Mathias que te pague por trabajar en la Fundación?
Estrella sonrió con orgullo, llevando unas cuantas papas a la boca.
—Claro. Si quiero estudiar psicología o cualquier cosa, necesito experiencia. Y si encima me pagan, mejor.
Clara soltó una risita y dejó el pedazo de pollo a un lado.
—Yo voy a hacer dibujos para Emiliano. Uno del unicornio feliz, con alas.
Clara amaba dibujar. Era buena en el arte y le encantaban los unicornios... desde hace dos meses.
—¡Eso está genial, mi amor! —dijo Cynthia, dándole un beso en la frente—. Seguro que Mathias va a estar encantado con esa ayuda.
Estrella bajó un poco la voz, como si compartiera un secreto.
—Ese tipo… no parece lo que esperaba. Pensé que sería un adulto aburrido que no escucha. Pero es distinto y me cae