Capítulo 9: Hablar.
La puerta del aula se abrió con suavidad y Andrea entró con una sonrisa tranquila, como quien llega a un lugar familiar y seguro. Se acomodó en la silla frente a Clara, quien sostenía con delicadeza su cuaderno, donde estaba el dibujo del unicornio triste que hizo con Mathias. Cynthia le había comentado a Andrea sobre ese dibujo y le había expresado su preocupación porque Clara parecía guardarse cosas, tal vez por miedo o algo más. Andrea era la psicóloga de la Fundación, y poco a poco Clara la había adoptado como su terapeuta y amiga.
—Hola, Clara —saludó Andrea, con voz dulce—. ¿Lista para nuestra sesión de hoy?
Clara asintió, esbozando una pequeña sonrisa. Le gustaba hablar con Andrea; con ella podía decir todo lo que sentía y pensaba. Sus dedos rozaban suavemente el papel con el dibujo de fondo.
—¿Quieres contarme sobre este unicornio? —preguntó Andrea, señalando el dibujo—. Está muy bonito, pero... ¿por qué está triste?
Clara tragó saliva y la miró con timidez.
—Porque no quiere