—¡Cállate! —exclamó Maya llorando, haciéndose la víctima y queriendo callar a Fred, que parecía disfrutar de ofenderla de forma muy cruel
Richard Steele se levantó y miró a su hermano con rabia
—¿Qué sucede contigo, Fred? ¡No seas tan tonto y actúes como un cretino!
—No soy yo quien actúa de forma irrespetable. Es esta mujer quien lo hace, y cuenta con tu gran apoyo. ¡Mira lo que le haces a Carolina!
—¡Haz que se vaya, Richi! —ordenó furiosa
—¿Irme? ¿Acaso te oyes, mujer? ¡Nadie puede echarme de mi propia casa! —exclamó Fred, mirándola con desprecio y rabia, tenía razón, y eso hizo que la mujer se pusiera más rabiosa, haciéndose la víctima —. ¡No me iré! La única mujer que debe irse de aquí, eres tú, y tal vez en el camino, recuerdes el respeto y la dignidad que has perdido.
—¡Ya basta, Fred! —exclamó Richard
Fred se detuvo, solo por Richard, ya sabía que su hermano era temperamental y si seguía molestándolo de esa forma, cosas malas resultarían
—No me iré, Richard, está tambié