Capítulo 30. Lo encontré
-¿Mi hermana? Apenas es una adolescente… No… No es correcto…
Kairon se puso de pie y se acercó amenazadoramente. Elan pudo ver que su cabello se erizaba. Su beta, Baltic, que había permanecido en silencio entre las sombras, también se acercó a la luz.
-Creo que te olvidas con quién estás hablando. Fuimos nosotros los que invadimos tu manada hace años… ¿Olvidas lo que hicimos?
Una oscura y cruel risotada resonó en la sala.
-Si lo olvidaste, apuesto a que tu madre puede refrescarte la memoria…
El joven dudó. Su ira crecía, pero apretó los dientes. No era capaz de enfrentarse al líder rival.
-Yo… no me olvido… Pero eso… Eso no. Es un crimen contra la Diosa… El castigo es real… No son cuentos de miedo de los que se dicen para asustar a los jóvenes. Hay datos históricos que lo prueban, manadas diluídas en el tiempo…
Mientras Kairon volvía a reír con estruendoso cinismo, Baltic no creía que fuera un invento de los ancestros. No era un secreto que su alfa carecía de descendencia, que el male