Capítulo 31. Al abrigo de la noche
El entrenamiento era agotador.
A cada minuto, entre transformación y transformación, sentía que desfallecía, que se desgarraba por dentro hasta los huesos, y una parte de su humanidad se perdía para siempre… nunca sería el mismo.
Gabriel, en su calidad de híbrido, debía sufrir mucho en el camino a liberar por completo su potencial licántropo.
Y ese camino no estaba exento de dolor.
Sus compañeros de entrenamiento eran de diferentes edades, pero todos ellos tenían algo en común: eran licans puros que practicaban y se preparaban para la batalla desde hace mucho más tiempo que él.
Así que, aunque para cualquier estándar que él había conocido hasta entonces, Gabriel se consideraba fuerte y resistente, en ese momento era difícil no sentir dudas sobre cómo terminaría aquello.
Sin embargo, cuando llegó el final del primer día, el híbrido había avanzado extraordinariamente, no sólo en fuerza y resistencia, si no también en su conocimiento de cada uno de los miembros de la manada y sobre el c