Despierto debido a que el fuerte sol esta entrando a través de mi ventana. Abro mis ojos poco a poco, cuando ya los tengo completamente abiertos, siento ganas de volverlos a cerrar

—¡Natalia! —Grita mi madre

Con mucho gusto seguiría dormida, pero tengo que despedir a mi madre. Me levanto de la cama, y aun con mi pijama bajo.

Cuando llego a abajo me encuentro con mi madre desayunando, las maletas ya están en la entrada.

—¿Ya te vas? —Pregunto sentándome frente a ella

—En un rato —Me responde— Oye, pequeña ¿Qué te esta pasando?

—¿De que hablas, mama?

Mi mamá mira un poco la mesa, y después a mi— Eres una chica que le gusta salir a lugares solos, pero sales. Eres una chica alegre y valiente, eres una chica independiente y en estos días no hay rastro de esa chica, Natalia

—Mamá...solamente no me siento del todo bien —La manera en que me mira mi madre me pone nerviosa— Los últimos días en la universidad fueron de verdad estresantes

—¿De verdad? —Me dice con un tono de sarcasmo— ¿Ter