Mientras se desplazaban a toda velocidad por el estacionamiento hacia la salida, varios disparos hicieron blanco en auto, por supuesto que sin otro daño que los rayones en la carrocería y un par de abolladuras, pero la dura superficie de endurecido acero reforzado de la parte externa no tuvo ningún problema para rechazar los disparos.
Y si estos hubieran logrado pasar la dura coraza del auto blindado, se hubieran estrellado contra la formidable protección de decenas de capas del resistente material a prueba de balas, el kevlar. Y detrás de este había nuevas placas de un material reforzado de acero y con otras aleaciones, que podían absorber los impactos que el kevlar no hubiera oído resolver.
Luc disminuyó la velocidad del auto cuando llegó a la rampa de salida, luego salió a la avenida y se dirigió derecho a la casa de Bridgette.
—¿Está bien, señorita Reynolds? —le dijo cuando tomaron ya la avenida.
—Sí, estoy bien —le dijo un poco agitada pero con acento tranquilo— ¿Tú estás bien?
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