Lorena se enfadaba, miró fríamente a María y le dio una bofetada.
María no era rival de Lorena.
Además, Lorena usó toda su fuerza, ella ni siquiera tuvo oportunidad de esquivar.
María se tapó la cara y la miró entre sorprendida y enfadada.
—¿Cómo te atreves a pegarme?
En un lugar público como éste, no pensó que Lorena fuera a hacer nada.
Pero al segundo siguiente, Lorena tiró de María por el pelo y salió por la puerta sin miramientos.
Por mucho que María gritara y forcejeara, Lorena no la soltó.
María sentía tanto dolor que parecía que se le iba a deshacer el pelo.
Maldijo con todas sus fuerzas.
Hasta llegar al borde de la piscina, el público se apartó conscientemente.
Entonces Lorena le tiró del pelo y le metió la cabeza en el agua.
María se puso de un blanco horrible y siguió gritando aterrorizada.
La multitud contuvo la respiración mientras contemplaba la escena, sin atreverse siquiera a acercarse para detener a la enloquecida Lorena.
El agua de la piscina estaba por encima de la ca