—Señor López, la abuelase despertó hace un momento, pero ahora se vuelve a dormir, que es lo normal.
La examinamos y el hematoma en su cerebro desapareció, así que échele un vistazo, seguro que se recupera del todo en poco tiempo.
Juan asintió levemente con la cabeza y dio las gracias mientras el alivio bañaba su frente, y luego se dirigió a la sala.
Lorena le siguió de cerca.
Dentro de la sala.
El estado de la vieja se estabilizaba, su rostro estaba sonrosado y tranquilo, y se podía ver que se estaba recuperando bien.
Lorena se quedó fuera, dando también un largo suspiro de alivio.
Si algo le ocurría a Sofía, sufriría el resto de su vida.
Al escuchar al médico hablar un poco más sobre el anciano, se puso un poco más serio.
No tardó mucho.
Alejandro y Bella también vinieron.
Bella fingió estar preocupada y triste y empezó a derramar lágrimas mientras permanecía fuera de la habitación del hospital.
Si Lorena no la hubiera oído antes maldecir a Sofía por teléfono con sus propios oídos, s