—Creo que iré a hablar con ella. —Holly intenta levantarse, pero Ascher no se lo permite.
—¿Desea algo señorita? —llega el mesero.
—Sí, ¿podría traerme una botella de champaña de sabor a fresa? Por favor —pide y el mesero hace una reverencia antes de retirarse.
—¿Una botella? —La ve muy divertido.
—La compartiremos —bromea—, mientras yo bebo, tú me ves y así es como sentirás también aunque sea una gota. —Lo hace reír.
—Entonces quédate aquí y yo iré a ver a Ally, ¿si? —Holly asiente y él besa su frente.
Ascher se voltea y camina en dirección donde se encontraba su hija con la mascota en los brazos.
—Tenías razón, Tikky se portó bien y ese tutú le queda lindo —comenta a su lado mirando al frente.
—Te queda bien el papel de hipócrita, por un momento me lo creí —dice de mal humor.
—Ally, por favor. —Se agacha poniéndose a su altura—. Tu madre está preocupada porque estás alejada de todos hoy.
—Y tú no estás preocupado porque sabes lo que me pasa, pero no te importa —bufa ella.
—Ally bast