97: Tan cerca.
—Por un momento pensé que era compañero de nuestra hija —dice Alan a su esposa.
Atenea ríe por el rostro lleno de pánico de su compañero mientras salen de su habitación, ella también quisiera que su hija encuentre el amor.
—Estoy tan feliz por ambos —expresa la mujer—. ¿Quién lo diría? Fue tan impactante. Todavía no me explico cómo es que son destinados, pero estoy tan agradecida de que Raphael haya esperado su oportunidad con paciencia. Creo que se merecen el uno al otro…
Con esas palabras llenas de calidez, Alan la gira, y le roba un beso, tierno.
—Como tú y yo, mi reina…
Atenea y Enna gimen por la calidez. Sus mejillas se sonrojan como adolescente. Quiere darle otro beso a su esposo pero un carraspeo de garganta los hace girar para ver a su hija, con una sonrisa gigante en la cara.
—¡Esther y Alfa Oziel son compañeros oficialmente! —exclama, emocionada, pues su amiga la acaba de llamar esta mañana desde el teléfono de Alfa Oziel.
La noticia hace que el corazón de Alan y Atenea se h