Territorio de la manada Silver Lake.

Alfa Oziel.

Le pido a Maxim y a todos que se vayan a casa. No necesito que estén conmigo para protegerme, estoy seguro en mi manada, y ella está segura si estoy a su lado, así que se alejan mientras yo conduzco a otro lugar.

—Ya que interrumpí tu fiesta, y estás tan hermosa, ¿aceptarías cenar conmigo?

Toda la frase hace que sus feromonas se alteren, así que respiro hondo, deleitándome.

—¿Cuál es tu plan exactamente?

Su pregunta me hace pensar. Ni Lie ni yo planeamos nada, simplemente queremos tenerla cerca, conocerla, hacerle ver que somos perfectos para ella. Aunque sí queremos sorprenderla. Maldición.

—¿Cómo es que no planeamos nada? —chilla Lie en mi mente, frustrado.

Lo sé. Lo sé. Estaba tan metido en suplicarle al Consejo y buscarla que olvidé lo demás.

—Solo… Ahm… La verdad es que no tengo un plan, Esther. Solo te quiero a ti… Queremos estar contigo, conocerte. ¿Qué importa el lugar? Tú decides. Si quieres te doy un mapa de mi manada, tú apun