51: Paraíso efímero.
Leander.
Nuestros días en la selva mexicana se sienten como un respiro en el paraíso. Dania no solo nos lleva a conocer los alrededores, aunque tomando nuestras precauciones, sino que cocina para todos comidas demasiados deliciosas; cosas que jamás había comido, además de sus pasteles y galletas de naranja con miel.
La casa de campo tiene un terreno inmenso detrás, privado, lo que tomamos con libertad para liberar nuestros lobos, e incluso practicar los poderes de Near.
Sintiéndonos seguros en este lugar, incluso Dania hace simulaciones del hechizo del eclipse, mientras Near y yo pensamos la forma en que podamos fusionarnos con ella al momento en que lo haga.
Han pasado tres semanas desde que llegamos, y no solo he aprendido más de ella sino que hemos hecho el amor innumerables veces. Dormir con ella, despertar con ella, verla cocinar, ser nuestra, nos ha hecho sentir más que completos.
Ahora Dania se arrodilla como todas las noches, viendo la luna fuera desde la ventana. Verla, con