Margot

Con mucho trabajo consigo bajarme la cremallera de la espalda y el vestido cae con sumo cuidado por mi cuerpo hasta terminar a mis pies como si de agua se tratara, aun con mis tacones puestos me agacho para recogerlo y justo en ese momento la puerta se abre y al girarme veo Jayden aparecer en el umbral.

—Qué recibimiento más encantador, cariño.

A pesar de lo coqueto de su comentario puedo notar que algo no está bien en él. Para empezar la sonrisa que me está dando no le llega a los ojos, su postura no es ni de cerca la confiada y segura de siempre y cuando levanta su cabeza y mi mirada se junta con la suya, siento que la respiración se me queda atascada en el pecho al notar sus hermosos ojos primavera enrojecidos por lo que solo puedo deducir que ha sido un llanto reciente.

No voy a decir que los tiene pequeños e hinchados, porque no es así, pero sí dejan ver que ha llorado. Joder, mi sexy hombre de canela ha llorado.

Sin pensarlo dejo el vestido sobre la cama y camino con p