-Buenos días! - escucho esa voz sutil femenina y la reconozco de una vez es la voz de Marion.
-Buenos días – de vuelvo el saludo tocándome la cabeza siento una punzada que parece que me fuera abrir la cabeza a la mitad, recuerdo que anoche me bebí varias copas.
-¿Cómo amaneces? – se sienta en unos de sus sillones. Me da una pastilla y un vaso de jugo- es ibuprofeno- me indica.
-Estoy mejor- le comunico.
Para ser sincero estoy bien, estoy más calmado y con la mente fría.
Tengo que ir a ver a Daniel y contarle lo de Laura.
¿En qué momento llegamos a estar tan perdido? Sinceramente no sé. Pero es hora de aclarar todo y seguir con nuestra vida.
Me levanto del sofá en donde estoy acostado y le pregunto a Marion que, si puedo llamar a Daniel, ella me contesta que sí.
Observo la oficina y está todo ordenado