Rebeca baja volando las escaleras y cae en sus brazos. Sólo hay diez años de diferencia entre ellos y, mientras que la vida de Harper es pintoresca , Henry mima a Rebeca.
‘‘Me encanta tu cabello ‘‘dice Rebeca, retorciendo un mechón de cabello de Harper.
‘‘No te hagas ilusiones ‘‘le interrumpe Henry a su hija, que hace una mueca.
‘‘¿Cuándo crecerás? ‘‘pregunta Henry, volviéndose hacia Harper. Su labio se curva con disgusto al observar su apariencia’‘. ¿No crees que esta etapa rebelde ya ha durado demasiado?
‘‘Se llama expresión personal, querido hermano ‘‘responde Harper con dulzura’‘. Tal vez cambie el día que te hagan un trasplante de personalidad.
Daisy tiene los ojos muy abiertos mientras mira a mis hermanos. Traté de advertirle, pero hay que verlo para creerlo. Henry ha empeorado en los últimos años. Cuando era más joven, recuerdo que esperaba con ansias los veranos en los que regresaba de la facultad y luego de la universidad, con sus amigos a cuestas. Luego, todo cambió. Ahora,