Los nervios se apoderaron de ella, no sabía si se había molestado por haber venido sin avisar o quizás algo había sucedido con su cita y eso lo tenía de malas.
-¿A dónde me llevas?, preguntó pero no obtuvo respuesta.
Siguieron avanzando, sus pasos eran apresurados, como si alguien los estuviera persiguiendo pero eso estaba lejos de ser así.
Llegaron a una especie de cabaña muy bien iluminada.
-¿Que es este lugar?, ¿por qué me has traído hasta aquí?, preguntó ella.
Max comenzó a revisar los cajones...
-¿Puedes decirme que haces?, ¿que estas buscando?
-Una llave.
-¿Y por eso me has traído hasta aquí?.
-Necesito que vigiles, le dijo señalando por la ventana.
Hannah se asustó, aún se aseguró de que nadie los haya seguido.
-¿Para qué quieres esa llave?
-¿Confías en mí?, preguntó serio.
-Max no quiero meterme en problemas, pero voy a confiar en tí esta vez.
-Bien con eso me basta.
Hannah observo a su alrededor tratando de reconocer el lugar, buscar una respuesta a tanto misterios.
Había mu