En la habitación podíamos tirar un alfiler y se escuchaba el repiqueteo. Los chicos aún no asimilan que se llevaron a su amigo. Incluso Clarise, se quedó callada al ver la reacción de ellos. Tengo que solucionar de alguna forma este lío, Reuben tiene que volver con sus amigos y quiero mi canción por el cuarteto.
—Mamá —le habló a mi madre fantasma, está frizada viendo a todos. He conseguido que Clarise, me de una mirada de soslayo—, llévame a tu habitación. —Me puedo imaginar lo que pasará por la mente de Clarise en este momento.
En eso entró una doctora mayor, cabello corto rubio y al ver tantas personas en el cuarto nos reprochó con la mirada.
—Necesitaba hablar con los familiares de Meir Jones.
—Somos nosotros —comentó Selig y Takeo se apoyó a su lado.
—En fin, Meir Jones llegó con el bazo roto según la tomografía y cuando estábamos en la cirugía estaba bien, es algo… —la doctora se quedó callada y nos miró a todos—. ¿Por qué les cuento y todos se han quedado normales?
—Es un m