Helena Hernandez
La vida seguía siendo un auténtico subidón de trabajo y ocio, de acostarse con Fernando.
Ultimamente vivia mas en su casa que en la mia, siempre estaba con sus chantajes que ya se habia acostumbrado a mi presencia! Ni siquiera pude ocultar la mirada de felicidad que había estado mostrando en los últimos días, porque me llamó un amigo en uniforme que apenas podía escucharlo, hasta que nuevamente volvió a llamar mi nombre y dijo.
— ¿Oye? Helena, ¿sigues en la tierra? Llevo unos minutos llamándote… — Me miré avergonzado al darme cuenta que era Felipe quien me miraba con una sonrisa divertida y le respondí torpemente.
— Lo siento, terminé sin verte allí, ¡estoy realmente distraída estos días! Pero dime; ¿Cómo es la vida, mucho trabajo?
— ¡Estoy bien, pero tú solo eres así porque estás enamorado!" Apenas puedes disimular que estás pensando en el General, ¿verdad?
Siento mis mejillas enrojecerse nuevamente y respondí tosiendo para disimular, a veces podía ser tan patético,