—No es necesario firmar ningún contrato, ¿Clara, estás segura de lo que quieres hacer? — Isidora la miró incrédula—¿No temes que después de la operación, cambie de opinión repentinamente y decida no ayudarlos más? Ustedes, los comerciantes, ¿no consideran que las palabras sin pruebas no tienen valor y que los contratos deben firmarse para ser vinculantes?
—Lo hago así solo para que sepas que, entre nosotros, si hacemos un trato o no, todo depende de tu elección—respondió Clara con calma y serenidad, sus labios rojos curvados en una sonrisa tranquilizadora que era tan reconfortante—Si firmas, será un trato solo entre nosotros. Si no lo haces, será una lucha por ti misma y tu familia, digamos una venganza satisfactoria y completa. Incluso si después de la cirugía, te sientes obligada a regresar a la familia García debido a la presión, no te culparé por ello.
Como médica, mi deber es actuar con compasión, sin tener en cuenta el beneficio personal. Además, tu padre fue mentor de mi herma