—Mmm, perfecto, también quiero convocarlos.

Juan se oscureció repentinamente. —Esta noche, he vuelto por algo importante y necesito hablar con ustedes.

...

Pronto, Javier y Víctor también llegaron apresuradamente.

Los tres hermanos mayores y la joven pareja se reunieron alrededor de la mesa, convirtiendo la pequeña cocina en una sala de reuniones improvisada.

—Hermano, estamos aquí, deja de jugar al misterio y presenta lo que sea importante para que lo disfrutemos. —Javier insistió mientras mordisqueaba un muslo de pollo.

Juan dijo: —¿Estás tan ansioso, hermano, ¿porque no tienes dinero para comprar toallas sanitarias?

Javier se enfadó tanto que le lanzó a la cara un hueso de pollo.

Juan esquivó fácilmente y luego arrojó la carpeta sobre la mesa.

Los cuatro se acercaron: —¿Qué es esto?

—¿No dijeron todos que querían vengarse del hermano mayor?

Juan miró fríamente, golpeando con ligereza la superficie de la mesa con la punta de los dedos. —Dentro de esto, hay suficientes pruebas para de