Su estado de ánimo ahora es terrible.
—Inútil, Leonardo, ¡eres completamente inútil!
Leonardo miró rápidamente su teléfono, donde la opinión pública abrumadoramente favorecía a Pol. Se puso tan nervioso que casi arroja el teléfono. —¿Fuiste tú, Pol? ¡Seguro que fuiste tú quién filtró toda la información!
—Hermano mayor, ¿puedes mantener la cabeza fría en este momento?
Pol sonrió irónicamente y negó con la cabeza. —¿Qué beneficio obtendría al filtrar esta información? ¿Cómo beneficiaría esto a La Familia García? ¿Realmente piensas que me molestaría contigo? No actuaría así; crees que afectaría a nuestra familia. Además, ¿necesitaría hacer algo en tu contra? Has cometido suficientes tonterías para autodestruirte.
Leonardo, muy furioso, le gritó: —¡Pol, eres un despreciable!
Detrás de sus gafas elegantes, los ojos afilados de Pol revelaron una sonrisa fría y maliciosa.
Fuera de la vista de Simón, sus malévolos secuaces mostraban sus verdaderas intenciones.
Simón, apoyándose en la frente,