—Entonces... ¿y el hermano mayor de tu benefactor? —preguntó Clara suavemente.
Los ojos de Alejandro se nublaron inmediatamente.
Los aterradores recuerdos de su juventud, llenos de emociones intensas, volvieron a su mente, vívidos y claros.
—Aunque mi hermano mayor y yo tenemos diferentes padres, no hay duda de que él es mi benefactor. Le debo... todo para siempre. — Dijo todo sin lugar a duda.
Clara sabía muy bien que él era una persona leal y emocionalmente comprometida. Esto era, por supuesto, algo muy bueno, pero a veces también podía ser una difícil carga.
—Si tu hermano mayor regresara y se involucrara en la batalla por la sucesión de la familia Hernández, ¿renunciarías a tu posición en su favor?
Alejandro se río suavemente, —¿Tienes tanto miedo de que me arrebaten tu hogar?
—He estado pensando en eso, — dijo Clara con seriedad, parpadeando sus brillantes ojos. —Soy una persona muy mundana. Solo me interesa el éxito y la fama. No puedo ser la sabia esposa que te apoya en todo y c