Él deseaba poseerla por completo y atraparla en su cuerpo totalmente. Solo de esa manera, ella se convertiría en una parte de su cuerpo y no podría escapar.
—¡Alejandro... mmm...!
La voz de Clara estaba mezclada y su rostro estaba expuesto, permitiendo que el hombre la maltratara por completo.
Sus hermosos ojos estaban llenos de lágrimas, sin saber si era por el maltrato o por el beso que la había dejado inconsciente y sin pensar en nada más.
Alejandro no estaba dispuesto a dejarla así, esta noche estaba destinada a ser inquietante y muy lujuriosa.
Hábilmente, sin tocar su herida, su mano izquierda se deslizó por detrás de ella y le quitó su última prenda de modestia y pudor...
También rompió la última línea de defensa psicológica de Clara, ella se rindió por completo, su cuerpo se volvió suave y tembloroso debajo de él, como si se deshiciera al más mínimo toque de sus manos.
—Clara... esta vez, seré muy gentil, entrégate a mí... ¿de acuerdo?
Los ojos acuosos de Clara volvieron a cerra