—Si su esposo es el señor Haugen, ¿qué hace comprando en esta tienda? Debería de estar en alguna sucursal de Artika. Es claro que esto es un intento de estafa —dijo la señorita preocupada, viendo con desconfianza al par de chicas.
—¡Basta! ¡Regrésenme la tarjeta, nos iremos de aquí de inmediato! —exclamó Morgan furiosa.
—Lo siento, es imposible, primero debemos de verificar que…
—¿Qué es lo que está ocurriendo? —Una voz varonil atrajo la atención de todos.
Un hombre apenas más joven que Ivar, pasó entre sus trabajadoras, con sus cabellos castaños peinados hacia atrás y sus hermosos y grand