Narra Alondra Ferreyra
David, se dio cuenta que, a sus hermanos, yo no les había caído para nada bien y no sólo él, también Sabadelle, Don David e incluso Irina, se pudieron dar cuenta de las caras de asco, que ambos hermanos de David, hicieron con respecto a mi persona. Mi chico, como siempre era un lindo conmigo y me tomó de la mano, delante de ellos, dándome mi lugar, como siempre lo había hecho, desde que, estábamos juntos.
–Hermanos, ella es la mujer de mi vida, Alondra Ferreyra – Mi chico muy orgulloso, me presentó – Espero que, ella reciba, de parte de ustedes un buen trato.
Eran los hermanos de David, y nada que ver, ellos traían mala vibra, lo sentía, desde que me empezaron a ver, eran muy pesados con su mirada.
–Mucho gusto Alondra, Daniel De María a tus órdenes – Me dijo el que se veía que era el mayor – Bienvenida a España.
–Mucho gusto – Dijo el otro – Donato De María, encantado de conocerte.
–Igualmente, mucho gusto.
Los dos, me saludaron más a fuerzas que de ganas, lo q