Narra Alondra Ferreyra
Las cosas no eran tan simples, como él quería, que se vieran, no era el hecho, que se fuera a socializar, y divertir con sus amigos, era el hecho que había tenido que ir a casa de esa mujer, valiéndole, por qué no se reunieron en otro lado, tenía que llegar justo ahí y abrazarla. Como si se hubiesen puesto de acuerdo, porque eso fue, lo que pasó por mi mente y si yo no hubiera llegado, no sé qué más hubiese estado dispuesto a hacer con ella.
-No es eso mi amor, es que me muero de coraje, no sabes lo mal que me sentí, cuando vi que tenías a esa mujer en tus brazos, me dieron ganas de morirme. Te amo y si te pierdo, perderé lo único, que ha valido la pena en toda mi vida, no quiero y no puedo estar sin ti - Me deshice en llanto - Te amo David, por favor no vuelvas a verla, te lo suplico. Yo no puedo soportar, que seas amigo de tu ex.
Porque en que cabeza cabía eso, si ya su tiempo había pasado con ella, cuál era el interés en seguir viéndola, en seguir manteniendo