Enzo
Me quedé acostado en la oscuridad, viendo a Nina dormir tranquilamente a mi lado.
Parecía un ángel. Tenía una expresión serena en el rostro y su pecho subía y bajaba suavemente. La tenue luz de la luna que entraba por la ventana iluminaba su rostro, acentuando el suave resplandor del embarazo.